¿Mejorar 1% para mejorar 38%?

José Arellano - CEO de MonkeyFit
hace 4 años

En el 2002 Dave Brailsford, entrenador galés de ciclismo, recibió la ardua misión de dirigir el equipo ciclismo del Reino Unido, deporte que no poseía confianza de nadie por su historia de éxito casi nula por más de 100 años. Sin embargo, en las olimpiadas del 2004, el equipo de Brailsford consiguió 2 medallas de oro, eso hizo que seis años después vuelva con el equipo de ciclismo en los Juegos Olímpicos del 2008, y esta vez el Reino Unido se llevó 7 de las 10 medallas de oro. Luego de tal éxito, continuó en los Juegos Olímpicos de Londres logrando más resultados positivos. El director del equipo se ganó la confianza y respeto de todos, y continuó buscando nuevos objetivos. Estaba convencido que el equipo británico conseguiría más logros, y fue así que en el 2012 por primera vez un británico ganaba el Tour de Francia. En ese mismo año su equipo se proclamó campeón olímpico de Londres. Realmente todo un caso de éxito gracias a una teoría.

¿Cómo pasó? Brailsford creía y predicaba la teoría de la “sumatoria de mejoras marginales”. Esta busca enriquecer todos los aspectos posibles de acuerdo a un determinado objetivo y mejorarlos así sea mínimamente. Por ejemplo, el galés detectó factores influyentes en el ciclismo, como la ergonomía del asiento, la nutrición, peso de las ruedas, horas de descanso, la forma correcta de lavarse las manos para evitar que las heridas se infecten, y varios puntos infravalorados por la mayoría, que al trabajarlos se mejoraba quizá 1% en cada factor, y eso en conjunto era algo genial, convirtiéndose en la clave del éxito logrado.

El ejemplo más concreto para dar a entender mejor la teoría es que si mejoras 1% diario, al año mejoras 37.78%, y cada día perdido sería 00.03% menos. Aplicando un poco de números sería algo así:

1% mejor cada día del año: 1.01^365 = 37.78
1% peor cada día del año: 0.99^365 = 00.03


Realmente con constancia todo tiene mucho valor a futuro, con cambios muy significativos que te sorprenderán. Del mismo modo pequeñas modificaciones en los hábitos diarios pueden llevarte lejos, podrías iniciar con cosas sencillas, como salir a correr una vez por semana, consumir menos azúcar, dedicar una hora diaria al estudio o leer un par de páginas de un libro. Hay tantas opciones a mejorar que lo ideal es empezar lo antes posible. El impacto que podemos conseguir con cambios en nuestros hábitos tiene un efecto similar al de cambiar unos cuantos grados en la ruta de un avión. Imaginémonos que estamos volando de Lima a Buenos Aires, y que en el panel de control de la ruta del avión movemos simplemente unos grados podríamos terminar en Sao Paulo, o en Santiago de Chile. Cambios tan pequeños pueden tener grandes resultados.

Según Brailsford, la teoría de “sumatoria de mejoras marginales” se basa en la filosofía Kaizen (Kai es “cambio” y Zen es “bueno”), proveniente de Japón. Se refiere al mejoramiento continuo cada día para obtener grandes resultados al final. Es un proceso largo donde uno debe preocuparse en avanzar poco a poco y tratar de dividir los objetivos en tareas. De esta forma se mantiene la tranquilidad, motivación y concentración. Y es aplicable en todos los ámbitos de la vida, en lo personal, deportivo, empresarial, etc.

Muchas veces se pasa por situaciones complicadas donde uno cree que la única solución es el cambio radical y que así se llegará al objetivo deseado. Es difícil salir de esa lógica para poder evaluar qué falta mejorar y qué aspectos empezar a potenciar al menos 1%. No olvides que lo más importante de todo es iniciar con el cambio porque solo tú eres dueño y ejecutor de tus logros y errores.

Me pareció interesante el caso de Dave Brailsford y deseaba compartirlo porque es una visión poco desarrollada en nuestra sociedad a pesar de sus grandes resultados. Espero les sirva.

¡Empecemos hoy!